En tiempos de modernidad, ser original o bien lo peta o se paga caro. A priori, abrir una librería en la que no se venden libros escritos, no parece una muy buena idea...en términos de negocio, claro. Aún así, imagínate que eres muy moderno y la abres. ¿Qué vendes?
Pues vendes la oportunidad de que cualquiera pueda escribir un libro, compartirlo y formar parte de un proyecto artístico global inmenso. Ahí es nada.
La cosa es fácil, en Art Library puedes comprar una libreta en blanco, su lápiz a juego, una goma por si eres de los perfeccionistas, una camiseta inspiradora, si quieres, y te vas a casa con todo, además de con una tarjeta y un código. Te sientas a escribir, dibujar, cortar y pegar lo que quieras en la libreta y cuando tu trabajo está completo, la envías de vuelta a la "biblioteca". Ellos la digitalizan, la guardan o se la llevan de paseo para que cada uno pueda ver qué han hecho el resto de los 71.317 participantes de la iniciativa Sketchbook Project en todo el mundo.
Esta es la iniciativa de trabajo cooperativo más grande en este ámbito y puedo garantizar que ver las más de 30.000 libretas en Art Library es abrumador.
También hay una biblioteca móvil que recorre Estados Unidos con algunos de sus ejemplares y, claro, algunos otros están disponibles para su consulta online.
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